Hepatitis B
Datos fundamentales
- La hepatitis B es una infección vírica del hígado que puede producir una enfermedad crónica grave.
- El virus de la hepatitis B (VHB) se transmite por contacto con la sangre u otros líquidos corporales de una persona infectada, no por contactos ocasionales.
- Hay aproximadamente 2000 millones de personas infectadas por el virus, y cerca de 350 millones con hepatopatía crónica. Alrededor de 600 000 personas mueren cada año por las consecuencias graves de la hepatitis B.
- Aproximadamente un 25% de los adultos con infección crónica adquirida en la infancia mueren de cirrosis o cáncer hepático causados por la infección crónica.
- El VHB es unas 50 a 100 veces más infeccioso que el VIH.
- El VHB representa un importante riesgo laboral para los profesionales sanitarios.
- La hepatitis B es prevenible con una vacuna que es segura y eficaz.
La hepatitis B es una infección hepática potencialmente mortal causada por el virus de la hepatitis B (VHB). Constituye un importante problema de salud mundial y es el tipo más grave de hepatitis vírica. Puede causar hepatopatía crónica y conlleva un alto riesgo de muerte por cirrosis y cáncer hepático.
Se calcula que en el mundo hay 2000 millones de personas infectadas por el VHB y más de 350 millones con infección hepática crónica.
Hay una vacuna contra la hepatitis B desde 1982. La vacuna tiene una eficacia del 95% en la prevención de la infección por VHB y sus consecuencias crónicas, y fue la primera vacuna contra uno de los principales cánceres humanos.
Síntomas
El VHB puede causar una enfermedad aguda que dura varias semanas y cuyos síntomas son: ictericia (color amarillento de la piel y los ojos), orinas oscuras, fatiga extrema, náuseas, vómitos y dolor abdominal. Los pacientes pueden tardar varios meses o un año en recuperarse de esta fase aguda. El VHB también puede causar una hepatopatía crónica que desemboque en cirrosis y cáncer hepático.
¿Quiénes corren más riesgo de sufrir enfermedad crónica?
La probabilidad de que la infección por VHB se vuelva crónica depende de la edad a la que se produce; el mayor riesgo corresponde a los niños pequeños. Aproximadamente un 90% de los lactantes infectados en el primer año de vida sufren infección crónica, al igual que un 30% a 50% de los niños infectados entre el año y los cuatro años. Aproximadamente un 25% de los adultos con infección crónica adquirida en la infancia mueren de cirrosis o cáncer hepático relacionados con el VHB.
Aproximadamente un 90% de los adultos sanos infectados por el VHB se recuperan y se ven completamente libres del virus en un plazo de seis meses.
Transmisión
La hepatitis B se transmite de una persona a otra por contacto con sangre u otros líquidos corporales (p. ej., semen y secreciones vaginales) de una persona infectada. Los modos de transmisión son los mismos que los del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), pero el VHB es unas 50 a 100 veces más infeccioso. Al contrario del VIH, el VHB puede sobrevivir fuera del cuerpo humano durante 7 días como mínimo, periodo en el que todavía puede causar infección si penetra en el organismo de una persona no infectada.
Los modos de transmisión frecuentes en los países en desarrollo son:
- perinatal (de la madre al recién nacido durante el parto);
- infecciones de la primera infancia (infección asintomática por contacto directo con convivientes infectados)
- por prácticas de inyección no seguras;
- por transfusiones de sangre, y
- por contacto sexual.
Las características de la transmisión son diferentes en muchos países desarrollados (por ejemplo, los de Europa occidental y Norteamérica) de las mencionadas. Hoy día, en esos países la mayoría de las infecciones se transmiten entre adultos jóvenes por contacto sexual o consumo de drogas parenterales. El VHB representa un importante riesgo laboral para los profesionales sanitarios.
El VHB no se transmite por alimentos ni aguas contaminadas, y tampoco se transmite por contactos ocasionales en el lugar de trabajo.
El periodo de incubación medio es de 90 días, pero puede oscilar entre 30 y 180. El VHB se puede detectar 30 a 60 días después de la infección y persistir durante periodos de tiempo muy variables.
Tratamiento
No hay tratamiento específico para la hepatitis B. Las medidas que se pueden adoptar se dirigen a mantener el bienestar y el equilibrio nutricional, que incluye la reposición de los líquidos perdidos por los vómitos y la diarrea.
La hepatitis B crónica se puede tratar con medicamentos como los antivíricos y el interferón, que pueden ser útiles en algunos casos. El tratamiento puede suponer un gasto anual de miles de dólares, y no está alcance de la mayoría de los pacientes de los países en desarrollo.
El cáncer hepático es casi siempre mortal, y aparece a menudo en edades en que los pacientes son plenamente productivos y tienen cargas familiares. En los países en desarrollo, la mayoría de los pacientes con cáncer hepático mueren a los pocos meses del diagnóstico. En países con mayores ingresos, la cirugía y la quimioterapia pueden prolongar la vida de algunos pacientes en unos cuantos años.
Algunos pacientes con cirrosis reciben trasplantes hepáticos, cuyo éxito es variable.
Prevención
El principal pilar de la prevención de la hepatitis B es la vacunación de todos los niños.
La vacuna se puede integrar en el calendario vacunal y se administra en tres o cuatro dosis. En zonas donde haya comúnemente una transmisión maternoinfantil del VHB, la primera dosis debe administrarse lo antes posible (es decir, en las primeras 24 horas de vida).
La vacunación completa induce anticuerpos que alcanzan concentraciones protectoras en más del 95% de los lactantes, niños y adultos jóvenes. Cuando la vacunación primaria se produce después de los 40 años, la protección disminuye al 90%, y después de los 60 años al 65% a 75%. La protección dura al menos 20 años y debería persistir toda la vida.
Se debe vacunar a todos los niños y adolescentes de menos de 18 años que no hayan sido vacunados con anterioridad. Asimismo, se debe vacunar a los integrantes de los grupos con mayor riesgo, tales como:
- personas con comportamientos sexuales de alto riesgo;
- parejas y contactos domésticos de pacientes infectados para el VHB;
- consumidores de drogas por vía parenteral;
- pacientes que necesitan transfusiones frecuentes de sangre o productos sanguíneos;
- receptores de trasplantes de órganos sólidos;
- individuos con riesgo laboral de infección por VHB, tales como los profesionales sanitarios, y
- viajeros internacionales a países con altas tasas de infección por VHB.
La vacuna tiene una notable seguridad y eficacia. Desde 1982 se han administrado más de 1000 millones de dosis. En muchos países que tenían a un 8% a 15% de los niños con infección crónica por el VHB, la vacunación ha reducido las tasas de infección crónica entre los niños vacunados a menos del 1%.
Fuente: OMS